El durometro Brinell se utiliza con mayor frecuencia en la evaluación de materiales que poseen una estructura especialmente espesa o superficies excesivamente rugosas para ser examinadas por otros métodos de prueba, como es el caso de las piezas forjadas y de fundición. El proceso de prueba del durometro Brinell suele implicar la aplicación de una carga de prueba muy elevada (3000 Kgf) y un indentador esférico de 10 mm. De esta manera, la impresión resultante permite promediar la mayor parte de las inconsistencias presentes tanto en la superficie como en la sub-superficie del material. Esta característica hace que el durometro Brinell sea una herramienta invaluable en la medición precisa y confiable de la dureza de los materiales en condiciones industriales complejas.